El Espíritu Santo habita en nosotros para guiarnos, fortalecernos y hacernos discípulos misioneros de Cristo
Espiritu santo
La Confirmación es el paso que completa la iniciación cristiana y nos impulsa a vivir con plenitud el Evangelio.
El Sacramento de la Confirmación es un encuentro profundo con el Espíritu Santo, que fortalece la fe recibida en el Bautismo y nos hace partícipes activos de la misión de la Iglesia. En este sacramento, los fieles reciben los dones del Espíritu —sabiduría, entendimiento, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios— para vivir con madurez cristiana.
“Recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre vosotros, y seréis mis testigos” (Hechos 1,8).
dones
Con la imposición de las manos y el óleo santo, Dios renueva su presencia en ti y te envía a transformar el mundo con amor
Recibir la Confirmación es decirle “sí” a Dios con convicción y alegría. Es comprometerse a vivir con autenticidad el Evangelio, siendo luz en la familia, la escuela, el trabajo y la comunidad. Este sacramento impulsa a los creyentes a continuar la obra de Cristo con un corazón firme, lleno de fe, esperanza y amor.
“Y después de orar, les impusieron las manos, y recibieron el Espíritu Santo” (Hechos 8,17).
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