Un signo de conversión, arrepentimiento y renovación espiritual que marca el inicio del camino cuaresmal.
mIÉRCOLES DE CENIZA
La ceniza nos recuerda la fragilidad humana y la necesidad de reconciliarnos con Dios y con los hermanos
La Imposición de la Ceniza marca el comienzo de la Cuaresma, un tiempo de reflexión, conversión y renovación interior. Con humildad, los fieles reciben la ceniza en la frente como signo de arrepentimiento y deseo de reconciliación con Dios. Este gesto nos recuerda nuestra fragilidad humana, pero también la infinita misericordia del Señor que siempre nos invita a comenzar de nuevo.
“Convertíos a mí de todo corazón, con ayuno, llanto y luto; rasgad vuestro corazón y no vuestros vestidos” (Joel 2,12-13).
CONVERSIÓN
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Como comunidad misionera, con el carisma de ser una verdadera iglesia doméstica, llevamos la Liturgia de Imposición de la Ceniza hasta su empresa o lugar de trabajo, creando un espacio de reflexión, reconciliación y encuentro con Dios. Iniciar la Cuaresma en comunidad fortalece los valores, la unidad y el sentido espiritual de quienes comparten una misma misión laboral. Nuestra fraternidad ofrece celebraciones llenas de profundidad, respeto y esperanza, donde cada colaborador es invitado a renovar su corazón. 🙏✨
fe
La Cuaresma inicia con un signo sencillo y profundo: reconocer que solo en Dios encontramos nueva vida
Recibir la ceniza no es solo un símbolo externo, sino una oportunidad para abrir el corazón a la gracia divina. Nos recuerda que la vida es un don que debemos vivir en fidelidad y amor, buscando la paz y la justicia del Reino de Dios. La Cuaresma nos prepara para la Pascua, renovando nuestra fe y nuestra esperanza en Cristo resucitado.
📖 “Acuérdate de que eres polvo y al polvo volverás” (Génesis 3,19).
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